China instaló ilegalmente software que espía a 700 millones de smartphones ZTE, Huawei y Blu
Shanghai Adups Technology, una empresa de software bajo dependencia del gobierno chino y que trabaja con diferentes fabricantes de celulares de bajo costo, ha estado espiando y enviando información de forma secreta a China, informó este miércoles la firma de seguridad informática Kyrptowire.
El caballo de Troya, es el virus instalado en algunos teléfonos fabricados en este país y vendidos en América y Asia, el cual sirve para espiar las actividades de sus usuarios.
De acuerdo con Kyrptowire, los principales móviles vulnerados son los de ZTE, Huawei y Blu.
El número total de afectados asciende a unos 700 millones de teléfonos a nivel mundial, según El Mundo.
De esta manera, varios modelos de las marcas ya mencionadas, principalmente de Blu, enviaban información de contactos, historial de llamadas y otros datos sobre el dispositivo a un servidor en Shanghai, por supuesto, sin permiso de los usuarios.
Blu afirmó que no estaba al tanto de dichas irregularidades y, más tarde, aseguró que había actualizado sus teléfonos para identificar y eliminar el software de espionaje. En su web oficial también dicen haber roto relaciones con Adups.
En tanto, las autoridades estadounidenses, cita El Mundo a The New York Times, dudan acerca de si este software se trata de un método de monitorización de datos secreto con fines publicitarios o si es un esfuerzo del gobierno chino para recopilar información de miles de personas.
No obstante, el espionaje no es lo único que el gobierno de Xi Jinping ha hecho contra la libertad de expresión y la privacidad de las personas, pues a principio de noviembre, el máximo tribunal avaló la Ley de Ciberseguridad que, según la agencia Xinhua, “salvaguarda la soberanía en el ciberespacio, la seguridad nacional y los derechos de los ciudadanos”.
Esta medida prohíbe el uso del ciberespacio para “derribar el sistema socialista”, “inventar o diseminar información falsa con el fin de alterar el orden económico” o “incitar al separatismo o perjudicar la unidad nacional”.
Actualmente, China está bajo las críticas de diversos gobiernos, organizaciones y activistas que no comparten la censura que ejerce bajo el pretexto de proteger a su nación.
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